Ha comenzado el nuevo curso y en muchos aspectos “un nuevo año”. La planificación fiscal, y por ende contable, del ejercicio de las empresas debería hacerse desde el inicio de dicho ejercicio.
Si el ejercicio coincide con el año natural dicha planificación debería llevarse a cabo en el primer trimestre del año. Si no se hizo así, en julio, aprovechando el cierre fiscal del año anterior, debería haberse realizado dicha planificación fiscal y en última instancia, y sin demora, ahora es el momento de hacerlo.
A estas alturas del año las empresas tienen, o deberían tener, ya contabilizado el primer semestre y casi todos los apuntes contables del tercer trimestre. De esta forma la cuenta de resultados ya se perfila de una manera más concreta y podemos tomar de decisiones que incidan más directamente en la misma.
La falta de una planificación fiscal tendrá como consecuencia una fiscalidad más gravosa, que con un poco de organización y reflexión se podía haber evitado.
La realización de una buena planificación en nuestra empresa minimiza de una manera importante la carga impositiva que grava los beneficios de la mercantil.Con un buen estudio se puede obtener un importante ahorro en los impuestos que tengamos que pagar de una forma lícita, es decir dentro de la legalidad vigente. En este sentido debemos abundar en el hecho de que muchas veces el ahorro del impuesto viene generado por una inversión en el propio negocio de la mercantil que a corto, medio o largo plazo redundará en un crecimiento de la misma.
Aplicando una buena planificación, sustentada en un buen estudio de las necesidades de nuestra empresa, se puede reducir la carga impositiva dentro de nuestro marco legislativo sin caer en ninguna irregularidad. Por supuesto no se puede, ni se debe hablar de soluciones generales para todas las empresas.
Claves para hacer una buena planificación fiscal

A la hora de realizar una buena planificación fiscal han de tenerse en cuenta muchas variables como son:
1.-.La forma jurídica de la sociedad. No es igual una sociedad de responsabilidad limitada que una cooperativa, o una sociedad anónima que una sociedad de responsabilidad limitada laboral
2.-.El Objeto social de la mercantil. La implementación de determinadas decisiones no inciden igual en una empresa dedicada, por ejemplo, al sector servicios que en otra dedicada a la producción.
3.-.El Área geográfica donde se encuentra erradicado el domicilio fiscal de la mercantil es fundamental, ya que dependiendo de ello puede haber deducciones o desgravaciones claramente diferenciadas de unas zonas a otras… Es decir , multitud de factores determinan lo que significa una buena toma de decisiones contables y fiscales para una empresa , y conllevan una buena planificación contable y fiscal para la misma, no sirvan de nada, o inclusive sean perjudiciales para conseguir un ahorro fiscal, si las mismas se implementan en otra.
Nuestra recomendación es realizar con tiempo un estudio en profundidad de la empresa y sus circunstancias y hacer con tiempo suficiente la planificación fiscal de la misma, de tal manera que si se ha tomado una decisión que no es la ideal se pueda rectificar dicha decisión. Por otro lado, entendiendo que siempre viene bien una recomendación concreta, siempre hay que prestar una particular atención a lo que contablemente se consideran “gastos no deducibles” y a la posibilidad de la libre amortización de los bienes de la sociedad en determinados supuestos.
En estos dos pilares podemos hallar la base, en múltiples ocasiones, de lograr un importante ahorro fiscal para nuestra empresa.
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